26 de noviembre de 2012

Agotador

“Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar”

“Ama al prójimo como a ti mismo”
Hace muchos años que “hay pocas vocaciones”. Tal vez, nunca ha habido muchas vocaciones. Hubo unos años en que los niños estudiaban para ser sacerdotes desde que tenían 10 años…


Recuerdo la rabia que me dio, estando en la universidad, el comentario de un profesor que decía que no sabía qué hacíamos en el aula las chicas.
Decía: “algunas incluso son de otros lugares, tienen que alojarse fuera de su casa…, pudiendo estar en casa poniéndose monas, ¿Tienen vocación? Me extraña. ¡Vocación no tienen ni los curas!”.

Era un elemento el tal señor.  No necesitaba prepararse las clases, podía estarse hablando toda la hora de nada, sin entrar en el tema que le tocaba explicar. A veces aprovechabas para hacer lo mismo que él, distraerte con tus problemas. Pero el comentario de preguntarse qué pintábamos las chicas ahí, pudiendo estar poniéndonos monas… es inolvidable.
 
 

Algún conocido, que había crecido con nosotras, optó por una vida que nos estaba vedada. En aquella época, acudí a una ordenación. No me gustó lo que vi, y no me sentí bien.

Había recibido una educación religiosa a lo largo de los años escolares.  En el colegio, la misa de la semana se celebraba en una capillita donde no había ni sillas, nos sentábamos en el suelo.  Mucha sencillez.

Ver al obispo, vestido de obispo, ordenando sacerdote a alguien cercano, alguien que ha escogido un camino, que, aunque a ti no te atrae, tampoco lo tienes como opción, te produce rechazo. Te haces muchas preguntas, demasiadas, y se te abren bastante los ojos.

Y ahora, a estas alturas, es noticia que las inglesas no pueden ser obispas.

Son malos tratos. Son malos tratos desde lo más sagrado. Así lo siento.
Tan mal trato es que veten el acceso al sacerdocio o al obispado a la mujer, como insultante el que vistan y estén envueltos en tanto lujo quienes predican el amor al prójimo, habiendo tanta miseria.

¡Lo siento!  Sí, lo siento,  en todos los sentidos.
También es cierto, que en algunos casos, las primeras cómplices de los malos tratos hacia la mujer, somos las propias mujeres.

9 comentarios:

  1. Vaya tema.

    [También es cierto, que en algunos casos, las primeras cómplices de los malos tratos hacia la mujer, somos las propias mujeres.]
    Esto es verdad, que hay cada una... Pero no deberías decir "somos", a menos que te sepas culpable. Yo no, así que nunca diría "somos", sino "son".

    Mi opinión -aunque resulte basta-, es que "sarna con gusto no pica". Vamos, que nunca insistiría en servir a tan mal señor. (La curia)
    Se puede servir a Dios de innumerables maneras, cada vez que pisamos la calle tenemos la oportunidad de ayudar a nuestros semejantes, ¡estamos rodeados de peticiones de ayuda desesperada!
    ¿De qué sirve vestir unos ridículos ropajes de disfraz y celebrar misa? Esto no ayuda a los pobres, menesterosos y desesperados. Decirles "Ten resignación, hijo mío", es una burla descarnada y soez ante la riqueza del obispo que no mueve un dedo por ellos.

    Supongo que lo que mencionas de la ordenación fue por verles tirados en el suelo boca abajo, como esclavos. Esto es lo que son y al subir de escalafón se convierten en señores.
    "Sarna con gusto no pica"...



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    1. Muy bueno el comentario. Te has puesto profunda. Tienes razón: [Vaya tema]. Desagradable hasta más no poder. Pero, ahí está.

      Yo no me sé cómplice, al menos conscientemente.

      Lo de la Curia es algo rancio. Dejan bastante que desear. A mí tampoco me atraería ser uno/a de ellos. Sin embargo, aunque me atrajese…

      Salí echando humo de la ordenación. Fue todo en general. Todo el ritual, los ropajes... Fue en una Iglesia muy barroca, todo dorado...De todo, menos sencillez, y se respiraba muy de cerca la marginación. Me resultó bastante indignante.

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  2. En mi opinión, es cierto que la Iglesia debería reconsiderar algunas cosas, y actualizar otras. Pero también es cierto que a estas alturas de siglo XXI, y en determinados entornos geográficos en los que se puede pensar por cuenta propia, esta capacidad no es ejercida por una gran parte de la población. Verdaderamente, no veo una razón aplastante para que una mujer no pueda ejercer el sacerdocio, pero, como bien dice Leona Catalana, eso no es óbice para poder ejercer una vocación de entrega a los demás, sea con hábitos o sin ellos, con votos, o sin ellos, por libre o por equipos. Y paralelamente, dejar clara la propia posición sobre ese tema concreto o sobre cualquier otro, e intentar influir en la medida de lo posible. No me parece de vital importancia, aunque está bien que se pretendan ir cambiando determinadas normas. Más grave me parece cuando aparecen en los medios anuncios de empleo solicitando secretaria, por ejemplo, o que las mujeres se presten a que sea utilizada su figura para según qué publicidades y actos de relaciones públicas, que a veces más parecen relaciones púbicas que públicas. Y las falsas feministas y sus valedoras, tipo Bibiana Aído o Leire Pajín, no han dicho ni pío nunca sobre eso, cuando sí que se han hartado de dar el cante hablando de cuotas femeninas, independientemente del número de candidatas, y hablando de vascos y vascas, presidentes y presidentas, y hasta de miembros y miembras, que ya es el colmo de los colmos, rayando en el ridículo más espantoso.

    Creo que en mal trato no tiene la más mínima justificación, por mucho que algunas mujeres tengan parte de responsabilidad en ello, y también creo que hay todavía mucho por arreglar en ese sentido, comenzando por la educación -lo fundamental- que de hecho sigue siendo sexista. Veamos en nochebuena y en reyes a quién les traen balones y coches, y a quién muñecas y cocinitas.

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    1. Eso sí que es ridículo hasta más no poder, lo de "españoles y españolas...".

      La educación es lo fundamental, tienes razón. La inercia hace mucho. Se funciona de una determinada forma porque siempre se ha hecho así.

      En cuanto a los juguetes, sigue habiendo juguetes para niños y para niñas, no tienen nada que ver. Cuando tenía dos o tres años le regalé a mi sobrino un carrito de limpieza y fue el juguete que más le gustó de todo lo que le habían traido los Reyes. Al poco tiempo, con 4,5 años, no quería más que espadas y cosas así.

      De todas formas, aunque no seamos iguales,no somos superiores ni inferiores, somos diferentes. La Iglesia, desgraciadamente nos considera inferiores. Es muy lamentable su actitud en muchos aspectos, máxime cuando es una institución que debería ir por delante y siempre va arrastras en todo. Es lo que hay.

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  3. Las iglesias no quieren sacerdotes mujeres porque les comerian el terreno. Durante siglos han sido las mujeres las sacerdotisas de lo sagrado, pero cuando entro la cultura material, el dinero y el poder, fueron desplazadas por los sacerdotes hombres, en Egipto y despues en todas partes.

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    1. La primera frase que has puesto suena a chiste, pero algo de eso debe haber, porque vaya circo tienen montado y no dejan que haya mujeres... ¡Me pone enferma el tema!

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  4. Yo creo que la Iglesia Católica no quiere que haya mujeres sacerdotes porque le supondría un gran problema si alguna mujer llegara a alcanzar el Papado. Sobretodo a la hora del trato jerárquico, si al Papa se le llama y se le trata con el nombre de Su Santidad el Papa X., ¿Como le tendríamos que llamar y que trato se le daría ¿Su Santidad la Mama X ? Suena un poco sarcástico y fuerte ¿No?, en fin es solo un comentario mas, no tiene ninguna importancia al menos para mi.
    ¡Saludos!

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  5. Con permiso... "Siempre digo, que creo en Dios por eso no creo en su Iglesia". Desde muy niño intentaron educarme en internados (varios) de curas pero a Dios gracias, no lo consiguieron. Al levantarnos lo primero que hacíamos era ir a misa a recibir la sagrada hostia. Después y por mi rebeldía... se cebaban pegando hostias y hostias. Hasta un hijo de puta quiso abusar de mí (varias veces).

    Pasó el tiempo... y uno de mis trabajos (después de pedir la excedencia como funcionario de hacienda y no volver más) fue vender por todos los barrios chinos, barras americanas y cabarets de España y provincias separatistas... El Libro de los Libros (La Sagrada Biblia). Para ello, solicitaba permisos en Obispados, Arzobispados y Conventos de Monjas... buenas y muy buenas (porque me gusta hasta la carne... de membrillo).

    Bueno, no sigo porque me pongo nostálgico por vivir lo que he vivido... como protagonista de un mundo más falso (en general) que Judas. Amén.

    Un saludo y que Dios os bendiga, hermana.

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    1. Ya había leído en la introducción de tu blog que creías en Dios pero no en la Iglesia.
      Hay y ha habido mucha hipocresía, un mundo más falso que Judas como bien dices.
      La última frase de tu primer párrafo... no hacen más que repetir que es lo que hay... pero me parece alucinante y asqueroso. Me parece lo que es : ¡El colmo!
      Yo he ido a colegio de monjas, como externa, y aunque no voy a decir que fueran perfectas, porque no, (algunas eran muy "clasistas", por ejemplo), pero lo de los abusos no, y pegarnos tampoco.

      Bastante fuerte todo el tema.
      LLevo demasiados días estancada con esta entrada. Aunque sea copiaré un chiste.

      Gracias por la visita, hermano, que Dios te bendiga.

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