11 de mayo de 2012

¿Por qué 5 entidades grandes?


Ventajas para los usuarios:
      -          No las veo
Inconvenientes para los usuarios:
       -          Menos competencia entre entidades, lo cual les permite no cuidar tanto al cliente.







Ventajas para el sistema financiero:

-          Las derivadas de no tener que mimar al cliente.


      -          Todo el capital está gestionado al antojo de 5 grupos de gestores.

Inconvenientes para el sistema financiero:

      -          Al haber menos entidades y estar la gestión de  todo el capital concentrado en unas pocas manos, si estos gestores cometen errores o tropelías nos arrastran a todos.



Alegan que las entidades estaban gestionadas por personas poco preparadas para ese fin.
Puede ser. Para gestionar una entidad financiera se debería exigir un mínimo de formación, cualidades, conocimiento y experiencia en el tema.

Me daría muchísima más tranquilidad saber que se van a reducir las entidades financieras a 25 entidades medianas, por ejemplo,  que a 5 grandes.

No se sostiene que el tamaño de una entidad vaya acompañado siempre de una mayor solidez.  No tiene sentido.
Y si se va a reducir el número de entidades a muy pocas, va a haber gente con demasiado poder. Y el poder corrompe. Muy poca gente con mucho poder da mucho miedo.

El inicio de la crisis, según nos la cuentan, se produjo por la caída de una entidad de tamaño considerable.
Hace mucho tiempo que se habla de que van a quedar sólo 5 entidades, parece que lo tienen claro, y que va a ser así caiga quien caiga.

Todo huele muy mal desde hace muchos años, desde antes de la crisis, desde que se empezaron a utilizar los pisos como producto especulativo.

Se hablaba ya de burbuja, se sabía que explotaría. Y ahora, entre las soluciones para reconstruir los pedazos rotos, es que el dinero de todo el mundo esté en manos de muy poquitos gestores.
Da igual muchos que pocos, porque por lo que se ve todo el mundo ha estado invirtiendo en lo mismo y de la misma manera ….  De modo que aunque hubiera muchos gestores, muchas cajas y bancos, parece como si todas estuvieran movidas por el mismo cerebro. ¡Qué miedo!

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