6 de mayo de 2012

Zapatos de tacón

Se puede llegar a pensar por el comportamiento que tenemos hombres y mujeres respecto al otro sexo, que las mujeres pensamos que no les gustamos a los hombres.
Cuando una mujer quiere ponerse guapa, atractiva, gustar a un hombre... una de las cosas que hace es ponerse zapatos de tacón. Hay quien tiene tanta costumbre de llevarlos, que incluso le resultan cómodos, o al menos eso dicen.



No hay más que ver un zapato de tacón para comprobar que es una tortura. Además de los zapatos de tacón, hay que maquillarse, cambiar el color de la cara, disimular imperfecciones, jugar con los colores para que nuestra cara tenga otro aspecto. Hay auténticos manuales de maquillaje que explican como hay que aplicar los colores para cambiar el efecto óptico de nuestro rostro. Labios más carnosos, ojos más grandes, nariz más pequeña, cara más ovalada...

Y no entro en la cantidad de mujeres que incluso ingresan en un quirófano para resultar más atractivas a los hombres.
Un hombre que quiera agradar o atraer a una mujer, no hace nada para transformar su aspecto, y mucho menos utiliza sistemas de tortura cómo los zapatos de tacón ,que son el colmo.

¿ Por qué cuando una mujer va con zapato plano y sin maquillarse, se dice "que no se arregla"?, ¿Acaso estamos estropeadas?.


Cuando veo los escaparates de las zapaterías veo claramente que de igualdad nada de nada. Y somos las mujeres las que compramos esos zapatos imposibles, para llevarlos nosotras.

Y si ha habido campañas contra la anorexia, y se ha dicho que no se iban a permitir modelos tan delgadas en las pasarelas por el daño que hacían a mucha gente, que consideraba que tenían que tener ese aspecto para ser aceptadas.

Y si se está gravando el tabaco y el alcohol porque son perjudiciales para la salud y ocasionan gastos en la seguridad social.

Considero que deberían prohibirse esos zapatos imposibles que denigran a quien los lleva, denigran a cualquier mujer cuando busca en una zapatería qué artículos hay para ella y ve esos objetos torturadores, es una falta de respeto a la dignidad de la mujer que ese tipo de artículos se ofrezcan en tiendas para todos los públicos, deberían estar ocultos en centros de perversión. Son objetos que estropean los pies , no hace falta mirar mucho para ver que es así, además de los problemas de espalda que producen.

Perjudican la salud, por lo tanto debería prohibirse su exhibición en escaparates, debería prohibirse que se vieran en televisión y deberían pagar un impuesto añadido, porque quien los lleva va a ocasionar gastos evitables a la seguridad social.

Y cuando una mujer "no se arregla" a lo mejor no es que no tenga interés en gustar a los hombres, sino que considera que si el hombre a quien quiere gustar es suficientemente hombre, le gustará como es, no tendrá que transformarse para gustarle y menos aún someterse a ningún tipo de tortura.