23 de octubre de 2012

Confianza

Cuentan que a San Agustín, unos frailes, compañeros suyos, estando en el claustro del convento, le dijeron: - ¡Mira, mira, una vaca volando!
El miró hacia el cielo e intentó ver la vaca sin éxito. Lo tomaron por ingenuo, por tonto y se rieron de él.
Cuando se dio cuenta de la tomadura de pelo, les respondió: - Me resultaba más creíble que hubiera una vaca volando que unos frailes me mintieran e intentaran burlarse de mí.


Ahora con las elecciones autonómicas, la abstención ha sido elevada.
Sin embargo, ha habido un porcentaje de votos de personas que han creído que todos los políticos no son iguales, que hay unos que van a hacer algo por solucionar determinados problemas, que el objetivo único de los políticos no es robar al pueblo.
 
Ha habido un porcentaje de ciudadanos que se han fiado de otras personas, convencidas de que sus intereses van más allá de solucionar sus problemas particulares o de partido.
Me alegra que haya gente que sigue confiando en la gente.

18 comentarios:

  1. Los que han votado, simplemente son los que votan a "su" partido sin importarles que lo haga bien o mal. Son como los hinchas de fútbol.

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    1. Mucho de lo dices debe haber.
      Creo que también hay gente que cree que la voluntad de todos los políticos no es mala.
      Y ojalá cada vez haya más gente que confíe en ellos porque se vayan solucionando los problemas para todos. Y realmente demuestren que tienen buena voluntad y que son capaces de hacer las cosas bien. ¡Ojalá!

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    2. Exactamente. Incapaces de ver un penalty en su área aunque el defensa estrangule al delantero ahí mismo.

      Contra un forofo no hay nada que hacer, es absolutamente inútil. Y lo peor es que eso lo saben muy bien los que los cultivan y mantienen.

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  2. Bueno, según los datos que he visto, la abstención ha sido la misma que en las anteriores elecciones autonómicas, o sea, que seguimos sin tener arreglo.

    En cuanto a la confianza, concretamente la de los votantes, a mí no sólo no me alegra, sino que me deprime ver que después de treinta y tantos años, todavía no nos hemos caído del guindo.

    Hoy día, para ser político, de entrada hay que ser muy ignorante, si no, no te ponen ahí. Después, pueden pasar dos cosas, una, no querer ver la realidad o no saber verla, y otra, verla y convertirse en un malintencionado, en cuyo caso, se da la peor de las realidades: un ignorante malintencionado. Y así nos luce el pelo. ¡Pues hala, en las próximas elecciones sigamos confiando en la gente! ¡A hacer cola ante las urnas!

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    1. Deportistas que se dopan.
      Médicos que se dedican exclusivamente a practicar abortos. Otros a realizar unas operaciones de estética que hay que fastidiarse. Algunos de cabecera que no se levantan de la silla cuando acudes con algún problema. Muchos diagnósticos hechos tarde y mal y suma y sigue ….
      Abogados que se dedican a dilatar casos, a dar esperanzas al personal para tenerlo eterno con causas que saben que no tiene ningún buen fin….
      Ganaderos que dan sustancias a las reses para aumentar el peso en el último momento…
      Agricultores que no cumplen los plazos con los productos tóxicos que se aplican a los cultivos.
      Fabricación de productos preparados para que se rompan en un plazo corto.
      Cúpula eclesiástica viviendo en la opulencia y pidiendo perdón por haber cometido auténticas barbaridades propias de psicópatas.
      Empleados de banca que han estado robando descaradamente a sus clientes aprovechándose de la confianza depositada en ellos.
      Tasadores de terrenos y de pisos que han montado la que han montado.
      Gente que ha estado especulando con productos de primera necesidad, los pisos.
      Y además de todos estos casos que están a la luz del que quiera verlos, las mafias….
      …………………………………………………………………………………………… y resulta que con lo que hay que acabar es con los políticos. ¿Sólo con los políticos?
      Estamos en una muy mala situación, entre otras cosas, gracias a la mala gestión política, pero no sólo por culpa de los políticos.
      Y, sinceramente, me gustaría que la gente confiara en la gente en cualquier ámbito porque las malas prácticas fueran excepciones. Que la buena voluntad se supusiera que es lo habitual.
      Creo que la sociedad del bienestar, de la que tanto se habla, debería basarse en poder fiarse de la gente, más que en poder adquirir objetos que no necesitamos para nada. ¡Eso sería bienestar!

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    2. Rosa, si los deportistas se dopan, es porque hay algún director general de deportes, o de lo que sea, y un ministro por encima, que están mirando para otro lado, bien por intereses directos o indirectos, bien por miedo a destapar y enfrentarse a verdaderas mafias, que han proliferado y se han instalado gracias a la inestimable e imprescindible colaboración, libre o forzosa, de toda una ristra de políticos. Para qué hablar de los médicos y del sistema sanitario con su ministro, consejeros y demás patulea de impresentables arruinando el sistema por intereses mafiosos de próximas y progresivas privatizaciones. Detrás de todos los abogados, jueces y fiscales está un tal Gallardón, que ya tenía yo ganas de que llegara a la política nacional para que se den cuenta los que no vivan en Madrid lo “maravilloso” que era, con sus Madrid 2012 y 2016, precisamente colaborando con esos grandes salones mundiales del dopaje y de las infraestructuras que son las mal llamadas olimpiadas. Agricultores y ganaderos dedicados a la sobreexplotación de sus recursos obligados por una maravillosa “competitividad” creada por políticos internacionales a través de aranceles y subvenciones con intereses chupópteros y partidistas, y que permiten con sus leyes hacer su agosto a las mafias de la distribución más absurda e irracional que pueda pensarse. Cúpula eclesiástica mantenida por acuerdos con todos y cada uno de los sucesivos gobiernos. Empleados de banca con sueldos y bonus por objetivos, obligados por sus amos a “colocar” los productos que les ordenan, y avalados por unos ministerios de economía y unos diputados que legalizan las operaciones la maximización de los beneficios para los banqueros. Tasadores y promotores de viviendas que han montado la que han montado gracias a las políticas del suelo y recalificaciones especulativas hechas por concejales y alcaldes de los Hay-untamientos, o sea, por políticos.

      Dices que además de todos están las mafias. ¡Coño, todos esos son las mafias y sus colaboradores! Es evidente que los políticos son el filtro que debería haber para las mafias, pero resulta que son sus mamporreros, de ahí que haya que terminar con ellos. Es imprescindible, aunque no suficiente, por supuesto.

      Con tu última frase estoy absolutamente de acuerdo, pero es que son los políticos los que hacen las leyes a la medida de sus amos, esos que nos inundan de objetos que no nos valen para nada, pero que los políticos se encargan de decir que hay que consumir para activar la economía.

      Disculpa el rollo. Un saludo.

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    3. Tu tercer párrafo dice mucho, fractalio.
      ZP fue puesto exactamente por esto, por bobo ignorante, esperando poder manejarlo desde la sombra, pero lo es tanto, que les estalló en las manos como a un etarra manejando explosivos y en la segunda legislatura, comprobando que no había manera de manejarlo, siendo tan impredecible como la nitroglicerina, dieron paso al PP, a ver si Rajoy, siendo tonto igual, resultaba más manejable.

      No olvidemos que a los gobiernos no los pone el pueblo con sus votos, sino quienes manejan los hilos desde la sombra, con dinero y alianzas políticas. A ellos les da lo mismo quien gobierne mientras consigan sus fines, mientras el pardillo de turno se cree importantísimo y no es más que una marioneta.

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    4. Nada de disculpa. Gracias por "rollo".

      Los políticos en el poder son en última instancia los responsables de que haya un orden y de que las cosas funcionen.

      No pueden ser los responsables de lo que hagamos cada uno de nosotros... Si bien hay demasiados fallos, intereses, manipulaciones y de todo desde el poder.

      El hecho de ser político no tiene porque implicar que se es "un bicho" y el no ser político que se es "decente".

      Hay de todo y si la gestión es pésima como en el caso del último gobierno, ya vemos como está ahora el PSOE.... que se tiene que reinventar.

      Comprendo que haya gente que no vote, pero creo que no hay que tachar de estúpidos a los que votamos.

      Los políticos son personas como el resto, sólo que, en algunos casos, tienen el poder en las manos. Y en manos de alguien tiene que estar el poder, ¿A quien se lo vamos a dejar, a un robot?

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    5. Rosa, convéncete, los políticos no deciden absolutamente nada, pero nada de nada. Si son obedientes son mantenidos y si no, quitados, como bien dice Leona Catalana.

      Respecto a los votantes, nunca he dicho que seáis estúpidos, doy por hecho que partimos de la base de que ejercéis un derecho y punto, lo único que pretendo es, si puedo, convencer a alguno para que a su vez se convenza de que si estamos donde estamos y vamos donde vamos después de treinta y tantos votando (en este país, y en otros muchos más), la cosa no va a cambiar de rumbo porque sí, es de cajón. Lo que dices de votar a otros más honestos, en mi opinión, no es más que una quimera, porque en el momento que sus votos crecieran como para poder molestar, ya tienen los mecanismos para “convencerles” de que dejen de hacerlo, o para quitarlos del medio. Además, para que crecieran, deberían de pasar primero el filtro de los medios de comunicación, que como creo que es evidente, están al mismo servicio que los políticos, por lo que no es viable.

      Y si puedo convencer a dos votantes para que cesen como tales, y cada uno de ellos convence a otros dos, y así sucesivamente, podríamos empezar a pensar todos juntos en el diseño y desarrollo de un sistema que barra a los mamporreros y a sus dueños, y que se base en esa confianza de la que tú hablas, pero por convencimiento de todos.

      No ser político no implica ser decente, por supuesto, pero en mi opinión, ser político sí que implica ser indecente. Bien por activa, colaborando con la mafia que controla todo, bien por pasiva, callando y siendo cómplice. Si desde fuera sabemos lo que se cuece, imagínate qué no sabrán desde dentro. Y ahí siguen, sin decir ni mu ni denunciar absolutamente nada, por la cuenta que les trae. Para mí, eso significa no tener ni un ápice de dignidad, y eso es ser un indecente y mucho más, sin paliativos que valgan.

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    6. Con eso de que estamos intervenidos, y con la globalización parece que las capacidades de decisión quedan bastante reducidas para los distintos gobiernos.

      Para ser político creo que es necesario ser un poco prepotente, pero no siempre será necesario ser indecente, es mi impresión.

      El poder acaba corrompiendo a mucha gente y algunos a poco poder que tengan lo usan para beneficiarse ellos únicamente.

      ¿Quien tiene el poder? El que tiene dinero e información. Desde mi punto de vista, los poderes financieros... que casualmente parece que han seguido todos un patrón similar y nos han traido donde estamos ahora....?

      A lo mejor necesitaríamos políticos capaces de plantar cara a los poderes financieros??
      Si nos quedamos sin políticos, no sé donde quedaría nuestra capacidad de poder elegir un mínimo. ¿Todo el poder directamente en manos de los financieros? No entiendo.

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    7. Si nuestra capacidad de poder elegir un mínimo se traduce en los muñegotes de los parlamentos, senado, comunidades, hay-untamientos y judicatura, casi que prefiero que no la tengamos. Al menos no sentiría la rabia de ver cómo sus dueños se cachondean de nosotros en nuestra jeta viendo cómo les seguimos dando el permiso para que nos expolien hasta el límite. Rosa, todo el poder está ya en manos de los financieros y sus sucursales las grandes corporaciones multinacionales, por mucho que hagamos el paripé delante de las urnas. Es más, ahí siguen gracias a ese paripé, que es lo que valida a sus muñegotes para hacer de legisladores a su medida. No necesitamos políticos, necesitamos administradores y gestores que representen a los ciudadanos y sus intereses, no a los intereses de los mamones. Y necesitamos ver con meridiana claridad quienes son esos mamones y dónde están. Si no, es imposible plantear siquiera un proyecto que los elimine del mapa.

      Para ser político, sí que es imprescindible ser indecente, porque un decente no se presta a ese juego.

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    8. [Para ser político, sí que es imprescindible ser indecente, porque un decente no se presta a ese juego.]

      Esto es lo que me ocurrió, fractalio. Me afilié a cierto partido y acepté ir en las listas de las pasadas municipales -en un puesto nada desdeñable, por cierto, alto-, pero una vez dentro vi como funcionaba. Pedi hablar con el presidente para disipar dudas y se negó, así que me fui porque con su actitud me lo demostró. Me conoce personalmente y sabe que no tenía ninguna oportunidad de seguir engañándome.

      Estoy en contacto con mis antiguos compañeros los cuales me dan la razón. Muchos se han ido también y otros están indecisos, sabiendo que eso no es lo que esperaban, pero sin atreverse a dar el paso.

      Lo fastidioso es que he comprobado que, a pesar de haber solicitado la baja y dejar de pagar la cuota, me siguen considerando militante porque me envían los boletines internos.
      Esto signifíca que su lista está hinchada, ni de lejos tienen la cantidad de militantes de la que se jactan continuamente.

      Dicho partido se ha subido al carro de la casta a la que tanto critica precisamente, para hacer lo mismo, forrarse.

      Sobre la abstención, esta sólo beneficia al más votado, así que tampoco es la solución. Para serlo debería ser auténticamente bestial, pero esto no sucederá nunca por los votantes "hinchas".
      Creo que lo mejor es votar a otro partido cualquiera que no tenga expectátivas, el PADMA por ejemplo. Es un partido animalista, defensor de los derechos de los animales y aunque, lógicamente, no se van a preocupar por los ciudadanos, al menos tampoco llegarán para esquilmarnos.

      Aunque pienso que si el voto ha de ser útil esta vez en las autonómicas catalanas, lo mejor sería votar a C's. No es gran cosa, tampoco me gusta, pero para quitar votos a CiU ya vale.

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    9. Está claro Leona Catalana, si pretendes racionalizar y hacer bien las cosas, estorbas, y eso no se consiente. Pasa exactamente lo mismo en las grandes empresas, los peleles que hacen de correa de transmisión, nunca consentirán que nadie les cuestione su ignorancia, cuando no sus trampas y complicidades con las mafias.

      En cuanto a la abstención, está claro que no es una solución en sí misma, pero sí una condición previa para que la mierda de sistema que tenemos deje de estar legitimado, porque mientras lo esté, ya me dirás qué razón hay para que los mamones vayan a tirar piedras contra su propio tejado. Y se repartan los votos como se repartan, lo que les vale a todos es que haya un 75% de valedores. Es necesario llegar a la abstención masiva, y para llegar a ella habrá que ir pasando por escalones intermedios.

      Votar en blanco, nulo o a partidos absurdos es lo mismo que decir: estoy de acuerdo con el sistema, pero no me gusta ninguno de ustedes, señores candidatos. Y ellos, encantados, porque lo más que van a hacer es poner a otros cortados por el mismo patrón, y seguir con sus trampas porque el juego es admitido por la mayoría.

      No votar, es lo mismo que decir: no estoy de acuerdo con las reglas del juego ni con los tramposos, ¡fuera todos, exigimos otro sistema! Y ellos, acojonados, porque verían que se les acaba el chollo si esa postura es apabullantemente mayoritaria.

      Esos partidos absurdos que mencionas, no sirven absolutamente para nada, salvo para enredar y mamonear pasta en caso de tener representación suficiente. Es como si nos juntamos unos cuantos apasionados por las colecciones de chapas y montamos un partido para su promoción. ¿Qué puñetas tiene que ver eso con la representación para la gestión y administración de la res pública? Y de otros partidos, como C’s ó UPyD, la lógica me dice que en el momento que tuvieran suficiente representación como para suponer un peligro para los mamones, una de dos, o los hacen cambiar de tercio, o simplemente los eliminan de los medios de comunicación, y ya está, barridos del mapa.

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  3. El sistema está tan podrido que cualquier resultado nos conduce inevitablemente a más de lo mismo en peores condiciones. No es que la gente se fíe de otra gente, es que estamos tan sumamente desesperados que la fuerza centrífuga empieza a mandar y el voto se va hacía afuera, a lo más nazimbécil posible.

    Un saludazo.

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    1. Bueno, a ver si conseguimos controlarnos y no ir hacia lo más nazimbécil.
      Conste que la clase política nunca me ha resultado atractiva, pero de todo hay en todos lados.

      Un saludo

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  4. San Agustin era un ingenuo, y los votantes tambien...o unos interesados. Desde luego que la gente sigua votando PSOE o PP, es estupido. Al contrario de los nacionalistas que piensan que los estupidos somos todos los demas.
    Hay politicos bienintencionados pero no estan en primera fila

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    1. Había leído tanto contra "la casta", que no había que votar, que los que votan son estúpidos... que sentí ternura por la gente que votó. (A mí no me correspondía, siempre voto, si no es a uno, a otro, no soy de piñón fijo).

      ¡Es imprescindible, para vivir con un mínimo de tranquilidad, fiarte de la gente!

      Si PSOE y PP están cansando y no convencen, pueden surgir otras opciones políticas, de hecho ya hay otras por ahí que se están haciendo notar.
      Pero, al final te tienes que fíar de alguien. Eso me parece a mí.
      Sí, San Agustín se pasó de ingenuo, si es verdad lo que cuentan (estaría pensando en sus cosas...)

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    2. Sólo he respetado a dos políticos en toda mi vida. Porque los dos actuaron en unos años en los que todavía no estaba tan claro (o yo no lo tenía tan claro) el mecanismo de los auténticos dueños del cotarro para su manipulación. Son los únicos en los que he visto al menos honradez y coherencia de sus actos con sus dichos. Uno es Julio Anguita, sí, ese del que todo el mundo repetía como los loros aquello de que estaba loco. Cuando preguntabas el porqué, todos enmudecían. Y el otro era el recientemente fallecido Luis Gómez Llorente, al que tuve la suerte de tener como profesor en dos asignaturas y comprobar directamente la inmensa calidad humana que poseía. Al menos, ambos tuvieron la dignidad de abandonar después de intentarlo.

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