28 de octubre de 2012

El motor de la economía


Hay que salvar a la banca para salvarnos a nosotros, dicen los expertos. ¿Quiénes somos nosotros?
Se siguen produciendo desahucios a pesar del código de buenas prácticas bancarias según el cual no tendrían porqué estar produciéndose.


El otro día escuchaba a Manuel  Conthe  (la noche en 24 horas el 16 de octubre), presidente de la CNMV desde el 2004 al 2007  y me llamó la atención, entre otras cosas, que comentó que las empresas españolas, incluso las más pequeñas,  se tenían que preocupar por vender fuera.

 Lo enlazó con que no había que preocuparse tanto por las pensiones y las protecciones sociales,  sino porque las empresas españolas vendieran fuera sus productos, incluía el turismo como producto que se vende al exterior.

Comentó que cuando entró en la CNMV  se iba a comprar un edificio y él, sabiendo que los precios estaban muy inflados, dijo que era mal momento. Se arrepiente ahora de no haber dado el aviso a todo el mundo. No compró el edificio porque sabía que los precios tenían que bajar.

El presidente de la CNMV sabe que los precios de los inmuebles están inflados, que los precios tienen que bajar y no compra un edificio. Para más recochineo lo dice por televisión, cuando hay mucha gente que tiene que dejar su piso y todavía debe dinero al banco. En principio se trata de alguien encargado de proteger a los inversores.  Posiblemente no estaría obligado en ese caso concreto.



http://www.rtve.es/alacarta/videos/la-noche-en-24-horas/noche-24-horas-16-10-12/1553844/


Sin embargo, su sucesor, Julio Segura, según había comentado el día anterior(la tarde en 24 horas el día 15 de octubre) advirtió, aunque no entraba dentro de sus competencias, hasta 7 veces de forma pública sobre los pagarés de Rumasa y lo arriesgado que resultaba el producto. Afirmó que aunque no entraba dentro de sus competencias advertir sobre ese producto en concreto lo hizo porque, de alguna manera, la CNMV tiene que proteger a los inversores.

Julio Segura afirma respecto a las preferentes que no pueden estar detrás de cada uno de los comerciales de las oficinas para ver si cumplen estrictamente la ley.




Por otro lado afirman que España tiene que practicar una devaluación interna: bajar salarios, disminuir márgenes, abaratar precios  

En definitiva, salvamos a los bancos para salvarnos nosotros, ¿Quiénes somos nosotros?

-          Los que tienen que abandonar su piso y quedarse en la calle?

-          Los que han sido estafados por los bancos y se han quedado sin una buena parte de su dinero.?

-          Las empresas que van a poder obtener créditos.?  Van a ser empresas cuya finalidad es trabajar para los de fuera, bien para exportar o bien en servicios turísticos. Van a tener que ser  muy competitivas, eso implica salarios bajos y beneficios bajos.

 La economía ha estado movida por la especulación, no por las necesidades reales de la población.

Las necesidades de la gente mayor pueden crear puestos de trabajo.

Los ahorros de estos “abuelos”, en algunos casos han desaparecido en manos de los bancos. Sus pisos ya no valen lo que podían haber obtenido por él en caso de tener que trasladarse a una residencia.
Pues sí, según Conthe hay que olvidarse de las pensiones y de las ayudas sociales y trabajar para los de fuera, ser competitivo, ser esclavo.
¡Qué lástima que no cayera en advertir a todo el mundo de que él, el presidente de la CNMV, sabía mucho antes de que estallara la burbuja que los precios de los inmuebles estaban inflados e iban a bajar! ¡Qué despiste tan tonto!

 

5 comentarios:

  1. Bueno, esto lo sabia todo el mundo, pero no hicieron nada, supongo porque creerían que el euro les protegeria, y vendría Alemania a salvarles...cosa que parece no va a ser.

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    1. Los bancos alemanes también sabían lo que estaba pasando, estaban metidos en el ajo de alguna manera.

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  2. Chorizos y especuladores salvajes los ha habido siempre, los hay, y los seguirá habiendo. El gran problema es que todos los chorizos y especuladores salvajes involucrados en la burbuja inmobiliaria han sido promovidos, custodiados y premiados por otros chorizos pertenecientes a organismos e instituciones supuestamente representantes de las víctimas de esa brutal especulación, pero que en la puñetera realidad representan a los que no tienen ni un ápice de escrúpulos ni de dignidad. Y para representar a ese rebaño es imprescindible carecer también de esas características. Tanto los que actúan directamente como los que lo hacen indirectamente por ocultamiento, complicidad y silencio.
    Dices que la economía ha estado movida por la especulación, no por las necesidades reales de la población. Totalmente de acuerdo. A ver si empezamos ya a desterrar mitos, que no por mucho que sean repetidos son ciertos, como la economía de libre mercado, o la ley de la oferta y la demanda. ¡Qué eufemismos tan absurdos!

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    1. Acabo de ver en televisión a este individuo que fabrica bombillas que duran toda la vida, tienen una garantía de 25 años. Supongo que lo conocerás, ha salido alguna otra vez en algún medio. Recibe amenazas de que van a aniquilarle a él y a su familia (tiene puestas las denuncias pertinentes), y, por otro lado, nadie quiere comercializar su producto.

      Muchas teorías económicas tendrían que revisarse. Es todo una tomadura de pelo.

      Cosa más absurda que fabricar bombillas que se rompan, existiendo la posibilidad de fabricar unas que no se rompen: gente venga fabricar bombillas, gente venga transportar bombillas, gente venga vender bombillas... es de locos.

      Este individuo en cuestión no se baja del burro, lo tiene más claro que el agua. Si hiciéramos todos como él...

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    2. Está claro, al que molesta al sistema, lo barren de un plumazo. Creo que se nos pondrían los pelos de punta si supiéramos la cantidad de asesinatos de este tipo que ocurren cada día.
      Lo de la obsolescencia programada es una de esas cosas con las que más cara de gilipollas se me pone, de ver cómo se ríen de uno en la cara, con los legisladores a las órdenes de sus dueños y señores, que son los mismos que los nuestros.
      A ver si de una vez empezamos a decirles que se metan sus chorradas por el culo, a ver qué tal les sienta. Y de paso que se metan también la amenaza continua de que sin consumo no funciona la economía. Para que funcione como funciona, más vale que no funcione. Y así nos decidiríamos por fin a imaginar un mundo al revés, que sería el bueno.

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