Propuesta

Desde este blog de blogger en el que no sé si se ha estropeado el contador de visitas porque  ha llegado un momento en que al mirar las estadísticas no caben tantas cifras en la pantalla, aprovecho para hacer una propuesta que se me acaba de ocurrir:

¿Qué pasaría si nadie escuchara ya ni una sola noticia? Ni tan siquiera comentarios sobre las noticias.

Estamos venga oír casos de corrupción. Corrupción ha habido siempre. Ahora de repente, quien sea y porque le interesa ha decidido sacar la corrupción a la vista.

Que entre policías, jueces y corruptos se las entiendan. ¿Qué vamos a hacer nosotros sino rabiar? ¿Quién nos hace rabiar? ¿Los corruptos? Siempre los ha habido. ¿Los que nos lo cuentan? ¿Qué han estado haciendo hasta ahora? ¿Por qué no decían nada antes?

Alguna cosa ya había salido, pero ahora, con esta crisis, todo  a la vez… choca un poco.

Y si dejamos que los implicados se entienden con sus embrollos, sin que nos los pasen por las narices, ¿Qué perderíamos? ¿Qué ganaríamos?

Está claro que lo que nos cuentan es lo que les interesa contarnos para dañar la imagen de..., para que rabiemos..., para vender más periódicos… ¿es por eso? ¿Antes no les interesaba airear nada porque vendían lo suficiente? ¿Necesitan que estemos pendientes de la actualidad, por eso tanto follón?

Mi propuesta es que nadie escuche ni una sola noticia. Si un su vida cotidiana es víctima de algún atropello que reclame donde sea preciso y acuda a los lugares estipulados para poder defendernos.

¿Dónde estaba la prensa cuando se vendieron las preferentes? ¿Dónde estaba la prensa cuando se tasaban los pisos muy por encima de su valor? ¿Dónde estaba la prensa cuando salió Bankia a bolsa?

Las noticias se dan deprisa y corriendo, cuando interesa y como interesa. Llenan periódicos de mentiras y medias verdades. Sin ir más lejos, se publicó en un periódico no hace mucho, que un medicamente que hay que utilizar con mucha precaución y haciendo continuamente análisis iba a poder ser sustituido por otro que hacía la misma función, pero que no era necesario controlar tanto. No sirvió sino para que los médicos y enfermeras que llevaban el control de esta medicación tuvieran que estar cual loros repitiendo a todos los pacientes que seguían el tratamiento, que la noticia no era correcta, que sólo se podía sustituir en muy pocos casos.

“Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero”. Así se dan las noticias que no tienen mayor interés que el de llenar los periódicos, pero cuando hay pasta de por medio…?