Hay gente tan sumamente ordenada
que le resulta incómodo el hecho de tener que comer todos los días. Le resulta
engorroso manchar pucheros, platos y
demás… para luego tener que recoger y ordenar….incluso aunque no sean ellos
quienes preparen la comida y recojan la cocina.
Somos susceptibles de que
cualquier cosa nos pueda resultar irritante.
Hay gente que disfruta corriendo,
nadando, jugando al tenis…, hablando con amigos, jugando a las cartas,…leyendo.
Algunos haciendo voluntariado en organizaciones que defiendan unas determinadas
posturas que favorecen a la mayoría: ecologistas, Cruz Roja, Cáritas, Médicos
del Mundo…
Pero todos sabemos que hay gente
peligrosa, gente que más vale que no nos la tropecemos en el camino, gente que
cuanto menos poder tenga, mejor.
Entre las personas peligrosas,
las que considero que potencialmente
pueden hacer más daño a más cantidad de personas son los que se preocupan por
la superpoblación y los que son capaces de juntar las palabras riesgo y
longevidad.
Considero peligrosas a estas
personas y considero obsceno su discurso.
Estoy de acuerdo contigo. Pero desgraciadamente, los que más están avanzando en esa obscena dirección tienen mucho, pero que mucho poder. Y todavía permanecen ocultos para la mayoría detrás de los políticos.
ResponderEliminarEl dinero da poder y los políticos no son los que más dinero tienen.
EliminarEntre el poder que tiene esta gente, uno de los más peligrosos es el poder de convicción. Son capaces de conseguir que se venda cualquier cosa y que la gente vea lo que es objetivamente deleznable como algo que no tiene alternativa.
Pero así es la tentacion de eliminarnos cuando seamos viejos ahí está.
ResponderEliminarAnte un riesgo parece que hay que tomar precauciones. No sé que tipo de precauciones se pueden tomar ante un "riesgo de longevidad".
EliminarHay libertad de expresión y cualquiera puede decir lo que piensa, pero el enaltecimiento del terrorismo es un delito.Y la utilización de según que expresiones deberían ser objeto de, al menos, inhabilitación para según que actividades.
Pues sí, deberíamos mentalizarnos para no consentir semejantes derivas, e ir contraatacando con otro mensaje: el que diga que somos demasiados, que sea coherente y que predique con el ejemplo, ahuecando y dejando sitio, antes de que les ahuequemos los demás para evitar que nos ahuequen ellos a nosotros.
EliminarPero para eso hay que empezar por el principio: que la inmensa mayoría, que sobramos según esa inmensa minoría, sepamos claramente quiénes son y dónde están.