21 de diciembre de 2012

Gestión privada de la sanidad

En los colegios concertados, que se gestionan de forma privada con dinero público, parece que las cosas funcionan bien. Hay mucha gente que prefiere llevar a sus hijos a esos colegios.

Tienen un cierto prestigio.
Los profesores cobran menos y dan más horas de clase a la semana. Sin embargo, la selección de profesores y el rendimiento de estos requiere que los alumnos salgan bien preparados del centro. Estos centros tienen que ofrecer un cierto valor añadido y ser más rentables.

Anécdota:
Conozco un centro público en el que se matriculaba muy poca gente. Los profesores que  trabajaban en el centro tenían interés en conservar su plaza en dicho centro.
Un año hubo un auténtico escándalo. Acudió inspección y tuvieron muchísimos líos porque estaba matriculada en el centro hasta  la abuela del director. Matriculaban a gente que no acudía en todo el año, para demostrar que el centro tenía su razón de ser.
En los centros educativos, es fácil comprobar quienes están matriculados, cuántos recursos le corresponden al centro, en función del número de alumnos.
En sanidad, los recursos que se necesitan dependerán de los tratamientos que  tengan que aplicar. Es muy difícil saber qué recursos corresponden por paciente. Los recursos se adjudicaran por tratamiento, no por paciente. ¿Nos van a someter a todo tipo de tratamientos absurdos?  O bien, si los recursos se adjudican por paciente ¿no nos van a suministrar los tratamientos que necesitamos?
¿Tendrán prima los que reduzcan “problemas”? Recordemos que el aumento de la esperanza de vida, es un “problema” para la calidad de vida de muchas personas.
La gestión privada debería ir acompañada de un derecho a elegir por parte del paciente. Si con menos dinero, como en educación, consiguen tener clientela, es que funciona.
Si va a haber la misma competencia que hay ahora, si no vamos a saber si la persona que nos atiende está contratada por la administración o por una empresa privada, si no vamos a saber si el material del hospital está comprado por un empleado de la administración, con dinero de la administración o por un empresario con dinero de la administración, no pinta nada bien.
Hasta ahora se habrá derrochado mucho. Se puede poner freno, evitar el derroche. Lo que no parece buena idea es dar marcha atrás.
Privatización, vale, entonces, derecho a elegir. Si entre todos vamos  a estar pagando a empresarios privados, lo menos que se puede pedir es que tengan que competir.
Sin competencia, no entiendo la ventaja de una gestión privada para el paciente.

9 comentarios:

  1. Yo tambien queria escribir sobre este tema. Desde mi punto de vista no es una cuestion de dinero, sino ideologica.
    La sanidad privada crea una casta empresarial clientelar de la clase politica a la vez que maltrata al trabajador de a pie.
    Mientras que la publica tiende hacia la corrupcion y el derroche, pero es mas igualitaria, aparte que la mala gestión se podría controlar con voluntad politica.

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    1. Mi impresión es esa, que la mala gestión se podría controlar con voluntad política.
      Con voluntad por parte de todos, tomando conciencia de que hay cosas que no son muy decentes, que se hacen por inercia y sin ningún tipo de sentimiento de culpabilidad.
      Hay muchos puntos y muchos aspectos en los que se abusa de lo público por parte de todos.
      Educar y concienciar a la gente, empezando por los políticos, claro.
      Se ahorraría mucho si la gente tuvieramos un poco más de consideración.
      No veo las ventajas de privatizarlo, que sólo vaya a ser uno el que abuse y se permita el no tener un mínimo de vergüenza y consideración?

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  2. No sé qué es más vergonzoso y vergonzante, si un especulador gestionando la salud de los ciudadanos con el fin de maximizar beneficios a favor de las arcas privadas propias y de sus accionistas, o un funcionario gestionando la salud de los ciudadanos permitiendo la irresponsabilidad, el derroche y la malversación de los recursos públicos, en beneficio de laboratorios, contratistas, comisionistas y profesionales apoltronados.

    El primer caso no debería de darse bajo ningún concepto por negativa clara y rotunda del sistema, y el segundo tampoco, por pura exigencia de responsabilidad, dignidad y coherencia con la representatividad por parte de los gestores, y del código ético y deontológico por parte de los profesionales.

    Sanidad pública cien por cien, con los mejores profesionales, justamente remunerados, y con gestión pública por parte de los mejores gestores también justamente remunerados, y con exigencia a ambos de transparencia absoluta de sus patrimonios.

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    1. Estoy totalmente de acuerdo. Sanidad pública y decencia.

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  3. Conozco personas que trabajan en sanidad: De la limpieza... aspiradora, guantes, toallas, sabanas, etc para poner una tienda - Mantenimiento... griferías, tablas de inodoro, bombillas, enchufes, etc, para poner una tienda - Médicos traumatología, dermatólogos, de la vista u oído, etc, la mayoría tienen una tienda propia o familiar donde mandan a sus pacientes (por el descuento) y, así, así gana el Madrid.

    Dentistas, notarios, hosteleros, gasolineras, almacenes, ejércitos, policía, guardia civil, colegios, librerías, perfumerías, carniceros, pescaderos, camioneros, fruteros, chapuceros, taxistas, talleres de coches y no sigo, porque no terminaría nunca.

    "Muchos de todos...", se lo han llevado y se lo llevan crudo... con este gobierno y con el que venga. Porque España y los españoles somos diferentes. Pues tenemos curiosidad por el dinero y por sus derivados... FIN.

    Saludos.

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    1. Cuando se conoce algo de cerca no es raro escandalizarse al ver comportamientos que no son muy decentes y que se practican con la mayor naturalidad.

      Existe la mala costumbre de hacer la vista gorda en cosas que deberían estar penalizadas de alguna forma. Si en otros lugares no pasan las cosas que pasan aquí, no creo que sea porque son mejores personas, sino porque saben que les puede caer una buena si se saltan las normas.

      De cualquier forma, somos capaces de escandalizarnos y distinguir lo que es ético y lo que no. A partir de ahí, creo que tenemos que ser capaces de evitar que se haga negocio con lo que no debe hacerse negocio.

      Hay que evitar muchas situaciones, y que, en concreto, la sanidad esté para lo que tiene que estar.

      También hay mucha gente que tiene un comportamiento impecable, pero eso no llama la atención. Habrá que procurar que no haya nada, por mucho que se mire, que escandalice y que llame la atención.

      Hay bastante trabajo…

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  4. España es diferente

    Es una frase que se ha repetido hasta la saciedad.

    La juerga, el folclore, el relajo, la diversión…. Y las normas están para saltarlas. ¡Qué más da! ¿Por qué no?

    Tenemos un cierto complejo de inferioridad. Creemos que nuestros vecinos de arriba, tienen otro saber estar, otro saber cumplir, otra fiabilidad.

    No tengo ninguna relación especial con los vecinos de arriba. Sin embargo recuerdo haber oído cuando era cría hablar de un suizo que estaba trabajando aquí y al cual conocía muy bien mi familia: mis abuelos y mis padres.

    El señor estuvo trabajando bastantes años con ellos, era un ingeniero suizo que había sido trasladado por su empresa a una filial en España. La relación que tenían con él era fluida.

    Contaban que él consideraba que en España se podía vivir tranquilo porque, por ejemplo, si tirabas el papel de un caramelo o una colilla al suelo de la calle, no te ponían una multa.
    En Suiza, en aquellos años, ese tipo de comportamientos te podían salir caros si te veían hacerlo.

    Pero dicho caballero, que murió hace años, en España no tenía ningún problema, es más lo encontraba de lo más relajante, el poder tirar una colilla o un papel de caramelo al suelo, sabiendo que no le iba a pasar nada.

    Por ser suizo no tenía más respeto por la limpieza del entorno. En Suiza no lo hacía porque le podía caer una buena.

    Y así, con todo….

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    1. Yo creo, que generalizando igual que se generaliza cuando se habla de la forma de ser de los españoles, la supuesta civilización y educación que siempre nos han vendido de los europeos más septentrionales que los mediterráneos, es un mito como una catedral. Son más disciplinados para que no les frían a multas, y hacen piña para que sus trapos sucios no se aireen, y como tienen que estar metiditos en sus casitas porque si asoman se les congela la nariz, no conviven y no andan por ahí de juerga, pero en cuanto que les trasladas a un clima mediterráneo son bastante más folloneros y mal educados que nosotros.
      Me quedo con nuestro carácter, lo prefiero mil veces. A mí lo que sí me parece indigno es que un porcentaje enorme de la riqueza de un país provenga de las exenciones fiscales que permiten que aterrice en él todos los capitales provenientes de las grandes mafias después de haber dejado gigantescos rastros de miseria y muerte a lo largo y ancho del mundo. Tendrán las ciudades impolutas, pero no sé yo cómo están sus conciencias. O como deberían estar, porque dudo muchísimo que les remuerda lo más mínimo.
      Mucho mito es lo que hay, y buenos vendedores de motos, pero nada más.

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    2. Supongo que habrá gente para todo. Los conozco de forma muy superficial. Algún viaje turístico, cuando los ves como turistas aquí...
      Pero es cierto, Suiza en concreto, un paraíso fiscal.

      También es cierto que aquí hay mucha gente, como comentaba Eloy, que si trabaja en un hospital, se cree que lo que hay en el hospital es suyo y se lo puede llevar a su casa e incluso repartirlo entre los conocidos...Doy fé.

      También hay gente que trabaja en empresas privadas de un cierto tamaño y practica este tipo de actividades...

      Sabemos que aquí hay mucha gente que tiene un comportamiento poco aprensivo .... y que deja bastante que desear.

      Personalmente no creo, aunque no tengo muchos datos, que en general seamos peores que el resto, sino que no hay tanta presión o tanta "vigilancia" o "aprensión". A lo mejor si estuvieramos en otro país nos sorprenderíamos y comprobaríamos que unos llevan la fama y otros cardan la lana.

      En cualquier caso, en cuanto a lo del buen tiempo y poder hacer más vida en la calle ... no lo cambio por nada de su supuesta honestidad, formalidad y saber hacer todo bien (¡y un jamón!).

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