Hoy me he comprado ropa. No me
apetecía mucho ir de compras, pero necesitaba comprarme algo con lo que me
viera bien.
He ido a una tienda de las que hay
en todas las ciudades de España y en las
que la ropa suele ser muy barata. He cogido tres prendas, una de las cuales ni
tan siquiera me la he probado, no tenía ganas, y a una mala por lo que me ha
costado si me queda mal, tampoco pasa nada.
Esta tarde hemos visto un
reportaje sobre el recorrido desde la fabricación hasta la venta de las prendas
que nos compramos a buen precio (muy competitivos). Tan sumamente competitivos
que una buena parte de las fábricas que en España se dedicaban al sector han
tenido que cerrar.
El origen de esas prendas, la razón
de que sean tan sumamente competitivas ya las sabemos, hoy se podían ver los
talleres donde trabajan, sin respetar lo que nosotros consideramos derechos de
los trabajadores, un montón de personas.
Nos explicaban que los que venden
esas prendas no son responsables de las condiciones en que trabajan esas
personas, porque ellos contratan una empresa que a su vez contrata y
subcontrata a otras. O sea, que “ojos que no ven, gabardina que se llevan”.
Además de las condiciones de los
trabajadores, que incluso estaban expuestos a tintes y productos tóxicos sin
las debidas condiciones de seguridad. Además de eso, dichas fábricas producían
una contaminación en las aguas de la zona impresionante, porque la legislación
de esos países (la India en este caso) no debe tener en cuenta este tipo de
detalles.
Que no es justo está claro. Sobrexplotación
de personas, destrucción del medio ambiente…, competencia frente a quien cumple
unas normas que todos estamos de acuerdo en que hay que cumplir.
Quien se beneficia de estos
despropósitos:
- Los que vamos a comprar y nos
da igual h que j.
- Los dueños de los establecimientos que venden
estos productos, alguno de los cuales amasan fortunas fuera de toda
lógica.
Cuando compramos este tipo de
productos tan sumamente baratos, lo sabemos, hay alguien detrás explotado,
alguien que no puede competir con dignidad con ellos y alguien que se está
forrando más de la cuenta.
No tengo ni idea de como esta la
legislación en este sentido, pero si están venga machacar a impuestos al tabaco….
Este tipo de productos de los
cuales se debería saber su procedencia y en qué condiciones se han fabricado,
deberían llevar un impuesto añadido que revirtiera en la mejora de los lugares
donde se fabrica. Serían menos competitivos, compraríamos menos, pero
seguiríamos comprando y no habría tantos abusos.
Si se puede pagar un euro por
receta, se podría pagar un tanto por cada prenda de este tipo y que fuera a
parar directamente a mejorar las condiciones de los trabajadores y de la zona
donde se producen. ¿Es imposible? ¿Se quedaría por el camino? ….
No sé, alguna solución habría que
poner:
-
Personas que compramos lo que no necesitamos.
-
Personas que amasan fortunas sin ton ni son.
-
Personas que trabajan en condiciones
infrahumanas.
-
Personas que pierden su trabajo.
-
Contaminación indecente del medio ambiente.
A parte de forrarse y volvernos
locos, ¿no podrían los políticos evitar este tipo de despropósitos?
A lo mejor tampoco conviene
protestar mucho porque la solución puede
pasar, y en algunos casos muy posiblemente pasa, que además de que la ropa se
fabrica en esas condiciones, bajo la excusa de una buena marca, la pagamos a precio de oro.
Debería obligarse a poner en las etiquetas, no sólo el lugar de
fabricación sino algún símbolo sobre las condiciones de fabricación???? ¡Qué no
se laven las manos los que se lucran con la venta de dichos productos!
Lo veo difícil. El mundo es muy grande y las legislaciones laborales de los países muy diversas. En general todos los países, en su desarrollo, pasan por diferentes fases de exigencia en las condiciones laborales. Y en muchas zonas, si se suprimieran esos trabajos en malas condiciones, el daño podría ser mucho mayor: el paro y la miseria.
ResponderEliminarPor no hablar de que China se ha convertido en una gran fábrica de objetos de consumo donde se practica el capitalismo salvaje y no hay nadie que le chille. Son muchos y muy armados. La táctica china ha sido la de tirar abajo la moneda para exportar aún más y que los consumidores occidentales compren sus productos mientras las fábricas de esos productos en Occidente cierran o se trasladan a sitios de mano de obra más barata como la propia China. Van barriendo por sectores: tejidos, zapatos, papel, informática, etc....
Digamos que hablamos del esclavista de Zara. Un ejemplo para la sociedad española
ResponderEliminarNo, no era Zara y no sé quién es el dueño de la cadena. Más barata que Zara.
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